Puede que sea esponjoso, pero la forma de cuidar al gato persa también debe ser acorde a cómo lo haces con otros gatos. Tienes que realizar las tareas con amor y cariño, como ser padre de su hijo.
De dónde vino
La historia de la procedencia de esta raza de gatos varía según con quién esté hablando. Pero la mayoría diría que el nombre tiene algo que ver con su origen. Se dice que algunos de los primeros gatos persas en realidad vinieron de Persia. Este país ahora se conoce como Irán.
También se cree que estos gatos se originaron en Turquía, así como en Inglaterra en la época de las Cruzadas. Esta raza ocupó un lugar especial en las regalías de Inglaterra e incluso para el rey de Persia durante los primeros días. Este tipo de personas valoraban la posesión de gatos persas.
Quizás esa sea la razón por la que hasta ahora, los gatos persas parecen caminar por el camino real. Parece que tienen algo de clase.
El cuerpo de los gatos persas de raza puede variar de mediano a grande. Puede parecer mullido como una almohada, pero en realidad tiene un buen tono muscular. La pelusa o su pelaje tiene una textura fina y parece estar llena de vida. Eso es lo que le da la apariencia de riqueza a esta raza.
Los cuidados de un gato persa
El cuidado de sus gatos persas no tiene por qué ser tan majestuoso como parece. La idea es ser responsable y hacer sus tareas en consecuencia.
Tienes que proporcionarle a tu mascota el mejor tipo de comida. No son humanos y sus necesidades son muy diferentes a las tuyas. Así que no les des tus sobras. Elija la comida para gatos de calidad acorde a su presupuesto. Asegúrese de darles la comida lo más fresca posible. No dejes que tus gatos toquen la comida en mal estado o de lo contrario puede causarles malestar como diarrea o malestar estomacal.
Mantenga siempre sus cajas de arena. Tienen un olor sensible. Y no les gusta nada que apesta. Esto también hará bien a su casa porque podrá mantener las cosas ordenadas.
Y por supuesto, conoce a tu mascota. Hay que observarlos bien. Necesita saber cuando algo no va bien. Haga que el veterinario los revise anualmente y cuando sea necesario.
Al igual que un niño, hay vacunas que su gato debe tener. Tienes que incluir eso en tu presupuesto mensual. Por lo tanto, es mejor que consulte a su veterinario para obtener algunos consejos sobre cuánto debe asignar para el chequeo de cada mes, si hubiera alguno.
Y, por supuesto, debes tomarte el tiempo para cuidar realmente a tus mascotas. Tómate tu tiempo para jugar con ellos. Necesitan sentir que los amas. Pase tiempo de calidad con sus gatos. Si va a tener otras mascotas en casa, tómese su tiempo y cree una estrategia para incluir la nueva mascota en todo el sistema.
Tus gatos tienden a ponerse celosos cuando no reciben la atención que solían tener. Puede provocarle estrés y depresión. Si no se da cuenta, esto puede empeorar. Por eso siempre hay que tener mucho cuidado.
Ponte en el ritmo del cuidado de tu gato persa. Y se sorprenderá de que, con el tiempo, podrá desarrollar formas de identificar las señales y actuar sobre ellos antes de que sea demasiado tarde.
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