No hay nada peor que un gato que está constantemente rascando los muebles. Sus hermosos muebles pueden arruinarse muy rápidamente por este comportamiento, por lo que es aconsejable hacer algo al respecto lo antes posible. Veamos Cómo hacer para que tu gato deje de rascar y arañar
Rascar es un comportamiento natural para un gato, por lo que no será posible evitar que lo haga por completo. Lo que debes hacer es entrenarlo para que arañe algo que no importa. Los postes rascadores hechos de cuerda enrollada alrededor de una varilla están disponibles especialmente para este propósito. Es una buena idea conseguir uno tan pronto como tengas a tu gatito. Si le enseñas a usarlo desde que es pequeño, será más fácil.
Si al gatito no parece gustarle tanto el palo rascador como tu mejor silla, compra un poco de hierbabuena y unta la cuerda. El aroma es muy atractivo para los gatos. También obtenga una botella de spray llena de agua para rociarle en la cara cuando raye sus muebles. Los gatos odian tener agua en la cara. Solo hay un problema con esto; sus muebles pueden pulirse a la francesa y, por lo tanto, marcarse con agua muy fácilmente. ¿Qué hacer?
La idea es enseñarle al gatito, no lastimarlo, así que enrolle solo una o dos hojas de periódico y utilícelo para golpearle la cara. No le hará daño, pero odiará el ruido y lo sentirá. Esta también es una buena forma de evitar que rasque a las personas. Después de haber sido golpeado con él unas cuantas veces, el simple hecho de escuchar el crujir del papel a menudo lo detendrá. A veces, los gatos se agachan en una esquina y saltan hacia usted o los niños. No olvide que, si bien es un comportamiento normal que un gato haga este tipo de cosas, el comportamiento debe ser controlado o puede causar lesiones.
El truco del periódico enrollado pronto disuadirá al gatito de abalanzarse y arañar. Si lo sostienes por la nuca al mismo tiempo, ejercerás dominio sobre él, diciéndole que eres el mejor gato. Golpéalo suavemente en las patas o en la cara con el papel y luego bájalo. Si tu gato saca las garras cuando lo acaricias, empújalas suavemente hasta que las retraiga. De esta manera, le enseñará que sacar las garras mientras lo acarician en el regazo es un comportamiento inaceptable.